Viaje.
Sentí como el fondo me golpeaba, el rechazo me embestía y la soledad me acechaba.
En dos minutos, todo el futuro que había planeado se derrumbó; caí rodando de la montaña hasta la base de ésta, hasta el punto que me aterraba.
Como lo dije anteriormente, toqué fondo, la oscuridad se volvió parte de mí, y dejé que me consumiera. Pero logré encontrar la brújula, después de perder el norte, y volví al punto en el que me había perdido.
Su interior vibraba de la emoción que había encerrado durante tantos días, la bestia que con tanto ahínco había intentado domar (pero no pudo), ese día iba a dejarla salir otra vez, esperando que su tiempo muerto hubiera funcionado para hacerla recapacitar y no asesinar a cualquiera que se le atravesara en el camino.
Hoy era el día de su victoria, el día que todas sus ambiciones tocarían sus dedos y la felicidad la tomaría por sorpresa, tal y como ella lo había soñado.
Fue como llegar a la cima de una montaña, pero no alcanzar su destino, paraba a respirar un poco, antes de continuar a la casa donde la esperaban. Estaba en el mismo punto de la última vez, pero esta vez con más aliento, más probabilidades de ser parte de la familia que admiraba y anhelaba. Ya en la vida real, con un café en la mano esperaba el golpe que la devolvería al inicio, o el empujón que la ayudaría a llegar con una sonrisa en el rostro.
Y sucedió. Llegó el empujón, la luz verde, la alegría inexplicablemente abrumadora. Las puertas que la separaban de su futuro de pronto estaban abiertas de par en par, con una familia que, con los brazos abiertos, la esperaba para que formara parte de ella.
Escapando del tono narrativo, fue como respirar después de contener oxígeno por una semana entera, un simple correo electrónico hizo que mi alma, que desde diciembre no encontraba el camino, volviera a mi cuerpo.
Toqué fondo, pero hay que recordar una cosa muy importante, cuando tocas fondo, sólo hay una dirección en la que puedes nadar, y es hacia arriba. El proceso no será sencillo, claro que no, y es casi imposible nadar solo; el agua se volverá densa, pero con ayuda podrás volver a la superficie.
"Cuando estás roto, tú decides si quieres seguir roto, o reconstruirte"
En dos minutos, todo el futuro que había planeado se derrumbó; caí rodando de la montaña hasta la base de ésta, hasta el punto que me aterraba.
Como lo dije anteriormente, toqué fondo, la oscuridad se volvió parte de mí, y dejé que me consumiera. Pero logré encontrar la brújula, después de perder el norte, y volví al punto en el que me había perdido.
Su interior vibraba de la emoción que había encerrado durante tantos días, la bestia que con tanto ahínco había intentado domar (pero no pudo), ese día iba a dejarla salir otra vez, esperando que su tiempo muerto hubiera funcionado para hacerla recapacitar y no asesinar a cualquiera que se le atravesara en el camino.
Hoy era el día de su victoria, el día que todas sus ambiciones tocarían sus dedos y la felicidad la tomaría por sorpresa, tal y como ella lo había soñado.
Fue como llegar a la cima de una montaña, pero no alcanzar su destino, paraba a respirar un poco, antes de continuar a la casa donde la esperaban. Estaba en el mismo punto de la última vez, pero esta vez con más aliento, más probabilidades de ser parte de la familia que admiraba y anhelaba. Ya en la vida real, con un café en la mano esperaba el golpe que la devolvería al inicio, o el empujón que la ayudaría a llegar con una sonrisa en el rostro.
Y sucedió. Llegó el empujón, la luz verde, la alegría inexplicablemente abrumadora. Las puertas que la separaban de su futuro de pronto estaban abiertas de par en par, con una familia que, con los brazos abiertos, la esperaba para que formara parte de ella.
Escapando del tono narrativo, fue como respirar después de contener oxígeno por una semana entera, un simple correo electrónico hizo que mi alma, que desde diciembre no encontraba el camino, volviera a mi cuerpo.
Toqué fondo, pero hay que recordar una cosa muy importante, cuando tocas fondo, sólo hay una dirección en la que puedes nadar, y es hacia arriba. El proceso no será sencillo, claro que no, y es casi imposible nadar solo; el agua se volverá densa, pero con ayuda podrás volver a la superficie.
"Cuando estás roto, tú decides si quieres seguir roto, o reconstruirte"
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